sexta-feira, 5 de agosto de 2011

El Óbolo de la Viuda

Por Octavio Caúmo Serrano

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Dice el Evangelio, que estando Jesús en el templo, ante el gazofilacio, hizo observación a los discípulos mostrando que losque depositaban grandes sumas, daban menos que la viuda que daba la única moneda que poseía.

Esa advertencia es bastante importante, porque es común que nodemos nada porque no podemos dar mucho. ¿De qué sirve un simple pan que yoofrezca, ante el la enorme hambruna del mundo, decimos muchas veces?

Para entenderla importancia de ese pan, recordemos a la Madre Teresa la benefactora de Calcuta, que afirmó ciertavez que su trabajo no pasaba de unasimple gota en el océano. Completo, noen tanto, que sin esa gota el océanoseria menor, la Madre Teresa jamás fuevanidosa de su trabajo, pero tambiénaprovechaba para enseñar siempre que tenía oportunidad.

Lo mismodecimos del pequeño pan. No acabará con la miseria del mundo, más, por lo menosen ese día, una criatura pasará menos hambre.

Cuando observamos el movimiento espirita percibimos que pocas personas dan el óbolo dela viuda. Se sienten incompetentes para los grandes trabajos, con miedo de laresponsabilidad y sin disposición para el estudio y preparación de la tarea, y, por eso quedan de brazos cruzados. Sinpoder ejecutar trabajos que juzganrelevantes no se disponen a realizar losservicios modestos.

El óbolo de laviuda no precisa ser necesariamente ofrenda material. El abrazo cariñoso, lapalabra de estimulo, facilitar el hombro para alivio del otro, la oraciónsilenciosa a favor del que sufre, el auxilio al anciano que va a cruzar lacalle, la educación en el transito y eluso rutinario de por favor, agradecido, pido permiso, disculpe.

Lo que dificulta el entendimiento del Evangelio traído por Jesús es nuestro exageradoapego al mundo material, hasta el punto de olvidarnos del significadoespiritual de las orientaciones.

Cuando hacemos una compra, si falta un real no conseguimos pagarla. Esa miseria que falta seda sin la convicción de su utilidad es la migaja que falta para completar unconjunto mayor. Cuando tomamos un remedio, si en vez de diez gotas tomáramosnueve, ocho u siete, el remedio no haría efecto. Una máquina para por la quiebra de un minúsculo tornillo o deun componente electrónico imperceptible.

Tenemos que convencernos que no hay inutilidad y quenadie está sin valor. Todos tenemos nuestra parte en la sociedad y, por pequeñoque parezca, siempre es algo relevante. El soldado no tiene importanciajerárquica del capitán más el es en que enfrenta al delincuente y corre riesgo de muerte endefensa de la población.

Sea cual seanuestra posición en la vida podemos practicar algún tipo de caridad: material oespiritual. No perdamos la oportunidad porque la recompensa es siempre grande,a mil por uno.

¡Que Dios nosayude!

Publicado no jornal O Clarim de julio de 2011
TRADUCIDO POR: M. C. R.

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